PRIMERAS MONEDAS PATRIAS

ACUÑACIONES DE 1813 & 1815

PRIMERAS MONEDAS PATRIAS

Por Alejandro Rosa – Estudios de Numismática e Historia (1894)

Asamblea Constituyente, Abril 13 de 1813
«Expídase orden al Supremo Poder Ejecutivo para que la comunique por su parte al superintendente de la
casa de moneda de Potosí, a fin de que inmediatamente y bajo la misma ley y peso que ha tenido la
moneda de oro y plata en los últimos reinados de D. Carlos IV y su hijo D. Fernando VII se abran y
esculpan nuevos cuños…

La victoria del ejército de la patria en la planicie de Castañares el 20 de febrero de 1813 nos dio el dominio de una inmensa zona del Alto Perú comprendida en los límites del derrumbado virreinato de Buenos Aires. Por segunda vez en la magna lucha de la independencia, los argentinos entraban triunfantes en la célebre ciudad de Potosí, la de los cerros de plata, con asiento de casa de moneda que por siglos y siglos no cesaron sus troqueles de sellar á millones para España y para sus reyes.

La asamblea general constituyente de las provincias del río de la Plata que en este año había inaugurado sus trabajos, ordenó se acuñase la primera moneda argentina en aquella casa, pues como ya lo hemos dicho, era la única que dentro de nuestro territorio lo podía hacer. Transcribimos la ley de la asamblea:

El Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Por cuanto:
La asamblea constituyente en sesión del 13 de abril del presente año decretó en ley lo siguiente: “Espídase orden al supremo poder ejecutivo para que la comunique por su parte al súper-intendente de la casa de moneda de Potosí, a fin de que inmediatamente y bajo la misma ley y peso que ha tenido la moneda de oro y plata en los últimos reinados de D. Carlos IV y su hijo D. Fernando VII se abran y esculpan nuevos sellos por el modo siguiente:
MONEDA DE PLATA-La moneda de plata que de hoy en adelante debe acuñarse en la casa de moneda de Potosí tendrá por una parte el sello de la asamblea general, quitado el sol que lo encabeza y un letrero al rededor que diga : PROVINCIAS DEL RÍO DE LA PLATA; por el reverso un sol que ocupe todo el centro, y al rededor la inscripción siguiente : EN UNIÓN Y LIBERTAD; debiendo además llevar todos los otros signos que expresen el nombre de los ensayadores, lugar de su amonedación, año y valor de la moneda y demás que han contenido las expresadas monedas.
MONEDA DE ORO -Lo mismo que de la de plata con sólo la diferencia que al pie de la pica y bajo las manos que la afianzan, se esculpan trofeos mi- litares consistentes en dos banderas de cada lado, dos cañones cruzados y un tambor al pie. De una y otra deberán sacarse dibujos en pergamino, que autorizados debidamente acompañen la orden de la nueva amonedación.
Y habiéndose cumplido esta soberana determinación con arreglo a la cual se labran y acuñan las monedas de oro y plata en la casa nacional de Potosí.
Por tanto:
Ordena y manda que todos los ciudadanos estantes y habitantes en el territorio del Estado, hayan, reciban y estimen por moneda corriente con el mismo valor intrínseco y legal que habían, recibían y estimaban las de igual clase acuñadas hasta el presente, por tener igual peso y ley que ellas, sin que puedan dejar de recibirse como tales bajo las penas establecidas para iguales casos. Y para que llegue a noticias de todos, circúlese, publíquese por bando, y fíjese en los parajes públicos y acostumbrados.
Dado en la Fortaleza de Buenos Aires, á 28 de julio de 1813.

ANTONIO ALVAREZ DE JONTE
JOSÉ JULIÁN PEREZ
NICOLÁS RODRIGUEZ PEÑA
Manuel José GaRCIA
Secretario

El que traslado á V. S. de orden del supremo gobierno, para que circu- lándolo y mandándolo publicar por bando en todo el distrito de su mando,
tenga el más pronto y efectivo cumplimiento.
Dios guarde á V. S. muchos años.

Manuel José Garcia
Secretario

Señor Gobernador Intendente de esta Provincia.
Buenos Aires, julio 28 de 1813.
Publíquese por bando en el día, circúlese, y para mejor constancia y no- ticia pública, imprímase.

AZCUÉNAGA
Dr. Bernardo Velez

Desde el 28 de julio del citado año circuló la nueva moneda con los emblemas de la patria, aunque alterada la colocación de las banderas y trocada la figura del campo del anverso por la del reverso, como lo notará el lector; innovación ajena á la ley, ignorándose si ella tuvo lugar por disposición gubernativa o si fue por descuido de la casa de Potosí.

Sobre el origen del escudo de armas nada podemos agregar a lo dicho al tratar de las medallas durante la época de la independencia. Adoptado por el memorable cuerpo constituyente, se representa por un óvalo entre dos ramas de laurel, coronado del sol naciente y radiante, cortado de azur y argén y en el centro dos manos entrelazadas que sostienen la pica con el gorro frigio de la libertad. El aditamento de 14 banderas, fusiles, cañones, &, con que más tarde le adornaron, obedece simplemente á ideas de gobernadores poco escrupulosos o negligentes o a caprichos de particulares.

La inicial S que se ve en esta moneda junto al 8 significa escudos de la voz latina scutum (onza o doblón de 8 escudos y cada escudo dos pesos oro). La letra J corresponde a la primera del apellido del ensayador, y en cuanto al grabado y acuñación tanto en este año como en el de 1815, estuvieron a cargo de D. Pedro Benavidez, jefe de talla de la casa de moneda potosina, según consta de comunicaciones del gobernador intendente de ella.

Conforme a lo dispuesto por la asamblea, las monedas de oro y plata debían seguir con el mismo valor y título de fino que tenían las de cuño español y éste estaba arreglado a la ley de Felipe V en Madrid a 9 de junio de 1728, que no alteró la notable de Carlos III expedida en Aranjuez el 29 de mayo de 1772, sino en el tipo que modificó fundamentalmente.

Sin embargo, los análisis de algunas piezas argentinas efectuados a indicación nuestra en la casa de moneda de la nación, acusan una diferencia con el título de fino ordenado en la ley española, que está fuera de la tolerancia consentida.

También se acuñaron medias onzas, cuartos y octavos. De esta última fracción posee el Sr. Enrique Peña un ejemplar y de la primera figura otro en la colección Lamas. Ninguna de ellas ha sido citada en los catálogos de Angelis, Guerrico, Museo Nacional, Mazzuchelli, Weyl, Bonneville, ni en las tablas antiguas de reducción y valor de monedas. Es de suponer que la emisión fraccionaria sólo se redujera a algunos cientos de pesos, la que casi toda ha desaparecido fundida por los joyeros o plateros.

Terminó la acuñación en noviembre de 1813, por haber evacuado el general Belgrano la ciudad de Potosí a consecuencia del desastre que experimentó el ejército argentino en la pampa de Ayohuma el 14 de dicho mes y año, emigrando para Salta y Tucumán todo el personal principal de la casa de moneda.

Hasta 1815 en que las tropas realistas volvieron a abandonar a Potosí, siendo ocupado nuevamente por los patriotas al mando del general Rondeau, no se abrieron troqueles para la moneda nacional.

Adolfo Weyl, Patterson y otros escriben que la letra S después del 8 significa sueldos, es decir, que el peso fuerte u ocho reales es igual a ocho sueldos.

No existe ninguna moneda acuñada durante la época colonial, que tenga esa denominación y como la ley argentina de 1813, no alteraba la sellada a nombre de Fernando VII sino en las armas y leyendas, creemos que aquellos autores han carecido de antecedentes para interpretar así la inicial citada.

En la Junta de Historia y Numismática Americana mucho se habló sobre ese signo sin poder llegar a conclusión satisfactoria; solamente quedó encargado el autor de estas líneas de proceder a una prolija investigación en el archivo nacional, cuyo resultado va a exponer.

El supremo director D. Ignacio Álvarez Thomas abrumado por las inmensas erogaciones que demandaba la revolución y viendo que cada día disminuían los ingresos y el medio circulante ideó la acuñación de moneda provincial, pero antes de tentar su propósito (por entonces no se llevó a cabo), quiso oír la opinión de personas notables a quienes pidió proyectos tendentes a ilustrar tan escabrosa materia.

Entre estos últimos, y presentado en época del director D. Juan Martín de Pueyrredón, existe el del ministro tesorero de Potosí quién hablando de los perjuicios que experimentaba el comercio por efecto de los cambios denomina al real sol. « Destina nuestros pesos al tráfico de la India y gana en cada uno real y medio (viejo estilo, sol y medio) “hasta dos soles”.

“Digo que quiero darlos; porque hay mucha diferencia de acuñar medios y soles a acuñar tomines, de cuyo tamaño deben ser nuestras monedas las más pequeñas y del de á cuatro o tostones las más grandes. El costo de cada 100 marcos para las de á medio en la casa de moneda de Potosí cuestan 12 soles y otros tantos el acordoncillarlos; por 100 marcos para las de á sol se pagan 6 soles y otros tantos para el cordón; por dichos para tomines se dan 4 y otros tantos para el cordón; para tostones la misma diferencia hay en el trabajo de los molinos para tirar los rieles y en el de las arañas alisarlos”.

¿Quién fue el autor de llamar a nuestra moneda sol? En nuestra opinión, pudo serlo el general Rondeau quien prestó una atención especial a todo cuanto interesaba a la reorganización de los talleres de acuñación, dejados por las autoridades españolas en estado lamentable, según lo participó el jefe argentino al director supremo Álvarez Thomas. La letra S no se había colocado por capricho del grabador; ella significaba el nombre de la moneda nacional y este nombre sólo podía autorizarlo el que iba investido de amplias facultades político-militares.

En las acuñaciones de 1813 se expresaba la unidad monetaria por real, a la antigua, como lo dispuso la ley soberana, continuándose con esta denominación desde mayo a junio de 1815 en que la casa de moneda cambió la letra R por la S simbólica del sol de la libertad oscurecido en Sipe- Sipe para volver a brillar en Ayacucho, majestuoso y para siempre sobre toda la América.

Hay dos series completas del peso y sus fracciones, una con la R otra con la S, notándose que la que lleva este signo es de otros ensayadores (F L) además de ofrecer la particularidad de que los gajos de laurel se cruzan debajo de las tres primeras letras de la palabra libertad, aún mismo siendo los ejemplares de distinto cuño, mientras que la serie R nunca presenta disposición de grabado tan constante.

Respecto a la variedad de cuños, ella consiste en la falta de matrices y punzones para sellar de un modo uniforme. Las exigencias apremiantes del momento obligaron sin duda, a los grabadores potosinos a dar aquellos directamente al volante tal cual salían de su buril, haciendo tantos y por consecuencia diferente, cuantos fueran inutilizándose en la pesada operación de acuñar millares y millares de piezas.

Bajo la dependencia del gobierno español las matrices y punzones venían de la corte, pero cuando las circunstancias lo imponían también se trabajaban en América.

Cesó la amonedación del cuño patrio con la derrota del ejército argentino en los llanos de Sipe- Sipe el 29 de noviembre de 1815.

Queda terminada la enumeración de las monedas acuñadas en la Villa de
Potosí, lamentando no nos haya sido posible presentar un estado de las cantidades amonedadas en los dos años mencionados.

Hemos revisado los libros de la contaduría mayor de Buenos Aires, la
correspondencia de los generales Belgrano y Rondeau y la de los gobernadores intendentes que se guarda en el archivo de la nación, sin hallar en
tan importantes documentos cualquier información que nos llevase al conocimiento de las sumas entregadas s la circulación.

En la misma ceca de Potosí tampoco se tienen datos verídicos al respecto ,
atribuyéndose al general realista D. Pedro C. Olañeta el secuestro de todos los
papeles y libros en ella conservados, a fin de borrar rastros comprometedores
de su intromisión en el manejo de los caudales de la casa.

Primer patio Casa de la moneda, Potosí, Bolivia
Léonie Matthis (1941)
Óleo s/ cartón – 37 x 52 cm